Cursaba el segundo año de educación secundaria cuando creé mi primera cuenta en Hotmail. Intenté de alguna forma que “NIKO” estuviera en el nombre de usuario, pero cuando intentaba combinaciones con números y subguiones alguien ya lo tenía registrado. Al no conseguir nada, presioné cualquier tecla y le puse enter. La computadora aceptó el nombre y desde entonces fui virtualmente nipkoter@hotmail.com.
A pesar de tener mi cuenta de Hotmail, el Messenger no lo descubrí sino hasta el cuarto año de secundaria, época en la cual tener más de dos contactos en línea era motivo para festejar y sacarle pica a cualquiera. Con el tiempo, más gente conocía el msn y ya lograbas pasar de los cinco contactos. Aparecieron las populares cadenas que en ese entonces por la novedad, gracia y nuestra edad, eran interesantes, entretenidas y hasta coleccionable. Vinieron luego las famosas tarjetas virtuales que en realidad sólo eran para sacarnos la contraseña o en el peor de los casos enterarse de nuestros amores platónicos. Suscripciones a un montón de páginas innecesarias. La preocupación de descargar la última versión del MSN y agregábamos tantos contactos que les poníamos no admitir a algunos y a otros no los conocíamos.
Así fui creciendo, siempre preocupado por darle sentido al msn; invertía buena parte de mi tiempo (que viene a ser mi vida) en vivir para mis contactos.
Anécdotas las hay, una vez llegué de madrugada y algo tomado a mi cuarto y me conecté, pero no recuerdo que hice que mis contactos se eliminaron, nunca los recuperé todos. Otra de las cosas que me ha pasado por msn y creo que a todos les ha pasado es creer que estás chateando con tu pata y cuando te das cuenta le estás escribiendo a otro, ¡qué roche! Una noche tuve una videollamada con una amiga, pero el cansancio hizo que me durmiera (solía chatear echado en mi cama), cuando desperté a las 6 de la mañana ella estaba dormida del otro lado. También he tomado virtualmente acompañado.
Ha pasado mucho tiempo y son muchas las razones para eliminar mi msn, el virus que me atormenta enviando mensajes extraños, las noches de insomnio que nunca recupero, la manía de conectarse al menos un minuto, las conversaciones forzadas con gente que me llega, las ahora estúpidas cadenas, la preocupación de llegar algo tomado y escribirle a alguna chica, la posería de los nicks y las imágenes para mostrar, entre otras cosas que implica tener un msn.
Debo estar cansado de la vida, debo estar medio loco o loca, debo estar deprimido o algo por el estilo porque nadie elimina su msn de la noche a la mañana, mucho menos cuando implica una vida, tu misma vida.
No tendré msn más, al menos no por un buen tiempo. Quiero desconectarme del mundo, de la vida moderna, quiero conversar con la gente face to face y no a través de una laptop, quiero aprovechar el tiempo que usaba en el chat para tomarme una cerveza o salir a caminar, quiero evadir responsabilidades y tareas, quiero descansar un tiempo.
Gracias MSN, pero conmigo será hasta otra oportunidad.
A pesar de tener mi cuenta de Hotmail, el Messenger no lo descubrí sino hasta el cuarto año de secundaria, época en la cual tener más de dos contactos en línea era motivo para festejar y sacarle pica a cualquiera. Con el tiempo, más gente conocía el msn y ya lograbas pasar de los cinco contactos. Aparecieron las populares cadenas que en ese entonces por la novedad, gracia y nuestra edad, eran interesantes, entretenidas y hasta coleccionable. Vinieron luego las famosas tarjetas virtuales que en realidad sólo eran para sacarnos la contraseña o en el peor de los casos enterarse de nuestros amores platónicos. Suscripciones a un montón de páginas innecesarias. La preocupación de descargar la última versión del MSN y agregábamos tantos contactos que les poníamos no admitir a algunos y a otros no los conocíamos.
Así fui creciendo, siempre preocupado por darle sentido al msn; invertía buena parte de mi tiempo (que viene a ser mi vida) en vivir para mis contactos.
Anécdotas las hay, una vez llegué de madrugada y algo tomado a mi cuarto y me conecté, pero no recuerdo que hice que mis contactos se eliminaron, nunca los recuperé todos. Otra de las cosas que me ha pasado por msn y creo que a todos les ha pasado es creer que estás chateando con tu pata y cuando te das cuenta le estás escribiendo a otro, ¡qué roche! Una noche tuve una videollamada con una amiga, pero el cansancio hizo que me durmiera (solía chatear echado en mi cama), cuando desperté a las 6 de la mañana ella estaba dormida del otro lado. También he tomado virtualmente acompañado.
Ha pasado mucho tiempo y son muchas las razones para eliminar mi msn, el virus que me atormenta enviando mensajes extraños, las noches de insomnio que nunca recupero, la manía de conectarse al menos un minuto, las conversaciones forzadas con gente que me llega, las ahora estúpidas cadenas, la preocupación de llegar algo tomado y escribirle a alguna chica, la posería de los nicks y las imágenes para mostrar, entre otras cosas que implica tener un msn.
Debo estar cansado de la vida, debo estar medio loco o loca, debo estar deprimido o algo por el estilo porque nadie elimina su msn de la noche a la mañana, mucho menos cuando implica una vida, tu misma vida.
No tendré msn más, al menos no por un buen tiempo. Quiero desconectarme del mundo, de la vida moderna, quiero conversar con la gente face to face y no a través de una laptop, quiero aprovechar el tiempo que usaba en el chat para tomarme una cerveza o salir a caminar, quiero evadir responsabilidades y tareas, quiero descansar un tiempo.
Gracias MSN, pero conmigo será hasta otra oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario