martes, 29 de diciembre de 2009

again

Hoy desperté solo y triste.

Cuando llegué a Estados Unidos y mi sponsor me llevó a una casa en Pensacola, cuya habitación solo tenía un par de camas y colchones, me sentí triste, con deseos de mandar a la mierda a todo y volverme a mi casa y lo único que me quedo fue dormir para que el tiempo pase sin sentirlo con la esperanza de despertar después de los tres meses y estar listo para retornar a mi país, pero la lluvia y el frio no lo permitieron.

A la mañana siguiente conocí a Rudy, un sujeto de Indonesia que me cayó súper bien. No entiendo mucho el inglés, pero él se dejaba comprender. Me habló de sus amigos, de su trabajo, de sus planes, de su vida en su país, de porqué está aquí, de muchas cosas y me dijo algo muy cierto, que debía tener un plan de acá a cinco años, estar seguro de lo que quería y buscarlo y que lo encontraría con trabajo y sacrificio.

Empezaba a sentirme cómodo y con deseos de quedarme cuando llegó Robert, mi sponsor, y me ordenó que empaque porque me iría de la ciudad. Sin despedidas me fui a Niceville junto a Liset y Fiorella, dos trujillanas que llegaron con Robert.

Supe entonces (quién sabe cómo) que ya no estaba solo. Me sentí tranquilo y feliz porque algo en ellas me inspiró confianza. No sé si por el hecho de que sean mujeres o porque seamos de la misma ciudad o porque estando en otro país uno necesita de alguien para apoyarse y ellas se tenían la una a la otra y yo, estando solo, ese apoyo lo encontré en ellas.

***
Liset está loca. A veces le da por meterme manazos en el trasero y considerando que yo no tengo nada de trasero creo que lo hace porque intenta buscar alguito al menos. Baila el regeton muy bien, cuando se mueve creo que estoy viendo a una chica del night club y eso me excita. Tiene los pies feos, sus dedos son pequeños y regordetes. Es romántica y le gusta a mares la cursilería y las palabras bonitas, por eso congeniamos.

Fiorella no me mete manazos en el trasero, pero se adueña de mi computadora en las horas puntas cuando yo también la quiero usar, pero no me atrevo a negársela. Me gusta tomar con ella porque me cuenta sus historias amorosas, esas historias enredadas de nunca acabar y la entiendo. Me gusta también que no sepa muchas cosas porque me gusta contarle historias aunque a veces se quede dormida antes que termine. Me gusta dormir a su lado y al lado de Liset, aunque despierte con la espalda hecho trizas del espacio que me dejan, y me gusta porque a su lado me siento querido y acompañado y aunque ellas siempre me digan que ya no me dejarán entrar porque no duermen bien, las cautivo con historias a veces inventadas a veces ciertas y terminan por recibirme en su cuarto.

Pero Vallejo me recuerda que hay golpes en la vida y ayer Liset y Fiorella se marcharon. Llegó Robert a llevárselas a Destin, a 30 minutos en auto de aquí. Y aunque en broma y broma les decía que sería mejor que se vayan y que no las extrañaría, cuando nos despedimos y me abrazaron no quise soltarlas, quise tenerlas así para siempre, quise que estemos los tres juntos los tres meses, pero los deseos no siempre se vuelven realidad.

En su lugar llegaron dos argentinos y compraron cerveza y ron y encontramos otros latinos en el supermercado y armamos una fiesta. Mi tristeza por ellas desapareció, la cerveza y el ron me ayudó a superar el mal tiempo y en menos de lo que me esperaba dejé de pensarlas.

Me fui a dormir y no tuve problema en conciliar el sueño.

Sin embargo, el frío me despertó y me encontré solo en mi habitación y las extrañé enormemente y me robaron un par de lágrimas.

***
Y al pie de las escaleras veo el camino hacia el que fue el cuarto de Liset y Fiorella y la nostalgia me invade y comprendo que no volveré a subir más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

YO LISET Y JUNTO A FIORELLA TE ESCRIBIMOS PARA DECIRTE QUE AL LEER ESTO NOS HICISTE LLORAR Y ELLA Y YO CUANDO REGREMOS A PERU NO TE DEJAREMOS EN PAZ, DORMIRAS CON NOSOTRAS, AUNQUE SEA UN DIA CADA UNA TE TENDRAS QUE REPARTIR JAJA TE QUEREMOS Y SIEMPRE TE VAMOS A QUERER NO HAY UN DIA QUE NO DEJEMOS DE PENSAR EN TIIII

Anónimo dijo...

Una vez más... Q buen post mi querido Hubert! Y es cierto, el ron y la cerveza te ayudan a olvidar por horitas y luego?
Para sentir como se siente creo que iré a AMA este jueves jeje.
Tu amiga, S.